Tras el tiempo que llevo en este país he llegado a una conclusión: lo que han construido aquí los hombres es, salvo excepciones, feo y desagradable pero lo que ha construido la naturaleza es maravilloso. Aprovechando el puente de Acción de Gracias visité el Parque Nacional de las Montañas Rocosas, en el estado de Colorado. Desde Omaha son 575 millas sólo ida (unos 925 kilómetros) en coche pero es un viaje que merecería la pena aunque la distancia fuera el doble o el triple. El tiempo acompañó, como se puede ver en la imagen (gracias por la foto, M.) y contribuyó a que la experiencia fuera aún más impresionante.
Las Montañas Rocosas son un parque nacional que cubre una superficie de más de mil kilómetros cuadrados plagados de lagos, alces, rutas de senderismo, bosques, lobos, renos, zonas de acampada..., un auténtico paraíso. El parque cuenta con varias carreteras por las que se puede circular en coche sin molestar a la fauna, ya acostumbrada a la presencia de los humanos en su entorno. Los visitantes son muy respetuosos y todos circulan despacio para prevenir accidentes.
Para entrar es necesario pagar 20 dólares por coche y 10 por persona. No es nada caro teniendo en cuenta el espectáculo ofrecido pero aún así es muy recomendable adquirir un abono anual, válido para todos los parques estatales. Con un par de visitas se amortiza.
La PBS (la TVE estadounidense) ha producido una serie de documentales titulada "The National Parks. America´s best idea" (Los parques nacionales. La mejor idea de América) y, por lo que he visto hasta ahora, todos los capítulos son espectaculares. Trataré de visitar todos los parques nacionales que el tiempo y el dinero me permitan. No cabe duda de que la conservación de estas zonas naturales frente a la locura urbana ha sido la mejor idea que ha tenido este país. Por una vez puedo decir sin ironía: ¡Enhorabuena, Estados Unidos!